El Camino

Esta historia comienza un día de agosto en el que el calor era asfixiante y complicaba la vida a todas aquellas personas de una provincia gallega.
Tan solo un ruido interrumpe la calma reinante, es el ruido de una caravana, pero no una caravana cualquiera, esta estaba compuesta por carros antiguos, por burros, por mulos y ante todo por personas, caminaban con rumbo fijo, con el objetivo de llegar a una meta que cada día veían mas cercana, diría que casi la podían acariciar con la punta de los dedos…
Aquel día el cansancio era evidente, los pies casi arrastraban por el suelo, la gente caminaba sin fuerza, amarrada a los carros, para hacer más llevadero ese esfuerzo sobrehumano.
El silencio abarcaba todo y solo era interrumpido por el traqueteo de las ruedas de madera pisando el calido asfalto de la carretera. Alguna vez también era interrumpido por la alegre melodía que entonaba un melancólico saxofón y un golpe de ritmo tocado con maestría por alguna de las personas que allí caminaban.
A medida que avanzaban las horas el cansancio se hacia latente en todos, un frío sudor recorría los cuerpos de las personas, pero solo pensaban en llegar, en la felicidad y calma que alcanzarían cuando llegasen a su destino.